El Protocolo de actuación en la evaluación de Bachillerato para el acceso a la universidad para el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo establece medidas para garantizar que los estudiantes con discapacidades o necesidades educativas especiales puedan realizar las pruebas en igualdad de condiciones. Este protocolo se aplica a aquellos alumnos que, cumpliendo con los requisitos para presentarse a la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), necesiten adaptaciones específicas. La solicitud de dichas adaptaciones debe ser gestionada por los centros educativos, a través de sus departamentos de orientación, quienes deberán justificar la necesidad mediante informes y documentación oficial.
Las adaptaciones pueden incluir la ampliación del tiempo disponible para la prueba, la elaboración de exámenes con formatos accesibles, y la provisión de medios materiales y humanos que faciliten la realización de la evaluación. También se garantiza la accesibilidad del espacio donde se lleven a cabo las pruebas, así como la información sobre el procedimiento. Para solicitar estas adaptaciones, el estudiante o su tutor legal debe presentar una solicitud por escrito al director del centro con al menos dos meses de antelación a la matrícula en la convocatoria ordinaria. La documentación debe incluir certificados oficiales, como el grado de discapacidad reconocido por un organismo competente, y un informe técnico que justifique la necesidad de adaptación.
La normativa que respalda este protocolo se fundamenta en diversas disposiciones legales. Entre ellas, el Real Decreto 412/2014, que establece la admisión a las enseñanzas universitarias bajo principios de igualdad y accesibilidad, garantizando medidas de apoyo para los estudiantes con necesidades educativas especiales. También se hace referencia al Real Decreto 310/2016, el cual regula las evaluaciones finales de Educación Secundaria y Bachillerato y dispone que las adaptaciones en las pruebas deben asegurar la equidad en la evaluación sin afectar negativamente la calificación final. Además, el Real Decreto-ley 5/2016 establece la continuidad de estas medidas dentro del marco de implantación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).
En cuanto a la documentación requerida, los centros deben presentar solicitudes formalmente avaladas por la Dirección del centro. Estas deben contener los datos personales del alumno, una descripción detallada de su necesidad de apoyo educativo, y la justificación mediante documentos oficiales. Se aceptan certificados médicos recientes en caso de enfermedades o accidentes, certificados de discapacidad, informes psicopedagógicos actualizados, y cualquier otro documento que acredite la necesidad de adaptación. También es fundamental incluir un informe sobre las adaptaciones curriculares previas que el estudiante haya recibido durante su formación. Se establece que los diagnósticos y medidas de apoyo deben haber sido aplicados antes del 31 de diciembre del año anterior para poder ser considerados.
La resolución de cada solicitud corresponde a la Comisión Organizadora de la prueba, la cual evaluará la documentación presentada y determinará qué adaptaciones se implementarán. Las decisiones serán comunicadas a los centros educativos por correo electrónico y tendrán validez para las convocatorias de junio y septiembre del mismo curso académico. En algunos casos, se podrán revisar y modificar las adaptaciones si las circunstancias lo requieren.
Por último, el protocolo establece pautas generales para la aplicación de las adaptaciones. Antes de la prueba, se informará a los centros educativos sobre las medidas adoptadas y se asignará personal de apoyo si es necesario. Durante la realización del examen, el alumnado tendrá acceso a los recursos autorizados, y en casos justificados, se podrán implementar medidas adicionales. En el proceso de corrección, se garantizará el anonimato del estudiante y se aplicarán criterios de evaluación adecuados a la adaptación realizada, sin que estas afecten negativamente la calificación final.
Este protocolo busca garantizar que todos los estudiantes, independientemente de sus necesidades educativas, puedan acceder a la universidad en condiciones de equidad. Al proporcionar adaptaciones adecuadas, se favorece la inclusión y se asegura que la evaluación refleje verdaderamente los conocimientos y habilidades del alumnado sin que sus limitaciones físicas, sensoriales o cognitivas representen una barrera injusta.
Descargar anexos que debes cumplimentar y presentar junto al informe médico
Después será el propio centro el que lo presente a la Consejería de Educación de la Región de Murcia a petición de las familias